Masía con Amplio Terreno y Encanto Rural
En el corazón verde de Montbarbat, donde los prados acarician el cielo, se alza una masía llena de encanto, fusionando lo rústico con lo moderno. Un lugar donde el alma respira y el cuerpo encuentra la calma, a solo 10 minutos de las playas doradas de Lloret de Mar y a unos pasos de los servicios esenciales.
En 30.000 m² de naturaleza, protegida por 2 kilómetros de cercas, esta propiedad es un remanso de serenidad. Un camino privado serpentea suavemente a través de un paisaje idílico, conduciendo a esta casa donde cada piedra cuenta una historia. Aquí, la privacidad es reina y el susurro del viento es tu única compañía.
Para los amantes de los caballos, este lugar es un paraíso. Una pista de 600 m² se extiende bajo el sol, lista para recibir tus sueños ecuestres, mientras las cuadras esperan a sus nobles ocupantes.
Una Casa Que Vive y Respira
Tras sus cálidos muros, la masía revela una superficie construida de 188 m², distribuidos en dos plantas impregnadas de autenticidad:
Planta baja:
Una cocina funcional, el corazón palpitante de la casa.
Un salón-entrada acogedor, animado por una chimenea que invita a soñar.
Un comedor bañado de luz, adornado con techos de madera que susurran historias antiguas.
Dos habitaciones dobles, una de ellas con baño en suite, para noches llenas de dulzura.
En la planta superior:
Una amplia sala abierta, hoy una biblioteca, santuario para los amantes de las palabras.
Un baño elegante y práctico.
Un dormitorio infantil, suave y luminoso.
Un dormitorio doble con baño completo, donde ducha y bañera comparten el espacio en armonía.
Un Lugar Estratégicamente Perfecto
A solo 5 minutos de la AP7, 15 minutos de Girona y 45 minutos de Barcelona, esta propiedad ofrece una accesibilidad excepcional. Sin embargo, conserva el espíritu tranquilo del campo, arrullado por el canto de los pájaros y el aroma de los pinos.
Esto no es solo una casa, es una promesa: la de un estilo de vida donde cada día es una oda a la belleza, la libertad y la autenticidad.
Ven, déjate seducir por Montbarbat, donde el tiempo parece suspendido, entre el mar y las colinas, entre el sueño y la realidad.